Imagina que tienes una idea para un nuevo tipo de helado. ¡Un helado que sabe a pizza! Es una idea divertida, ¿verdad? Pero, ¿es una oportunidad?
Para saberlo, tenemos que analizar algunos puntos:
El problema: ¿Las personas realmente quieren un helado que sabe a pizza? ¿Hay un problema que este helado soluciona? Si la gente no tiene un problema con el sabor de los helados tradicionales, tu idea no es una oportunidad.
El diferencial: ¿Tu helado de pizza es realmente mejor que los helados tradicionales? ¿Es tres veces mejor? Si no ofrece algo único, la gente no va a cambiar su helado favorito por el tuyo.
El emprendedor: ¿Tienes experiencia en la industria alimentaria? ¿Conoces los procesos de producción de helados? ¿Tienes un equipo que te ayude? Si no tienes experiencia, es más difícil convencer a los inversores de que tu idea es viable.
La ejecución: ¿Puedes realmente producir este helado? ¿Tienes los recursos para hacerlo? Si no puedes ejecutar tu idea, no es una oportunidad.
El mercado: ¿Cuántas personas realmente quieren un helado que sabe a pizza? ¿Es un mercado grande o pequeño? Si el mercado es muy pequeño, no será rentable.
La necesidad: ¿Es realmente necesario un helado que sabe a pizza? ¿Las personas lo comprarían? Si no es algo que la gente realmente necesita, no es una oportunidad.
Los compradores: ¿Están las personas preparadas para comprar un helado que sabe a pizza? ¿Es el momento adecuado para lanzar este producto? Si no es el momento adecuado, tu idea no tendrá éxito.
La homogeneidad: ¿Tu helado de pizza es para todos o solo para un grupo específico de personas? Si tienes que personalizarlo para cada persona, puede ser muy costoso.
Las reglas: ¿Hay alguna regla que te impida producir y vender tu helado de pizza? ¿Necesitas algún permiso especial?
Si puedes responder a todas estas preguntas de forma positiva, entonces tu idea de un helado que sabe a pizza puede ser una oportunidad. ¡Pero recuerda que no todas las ideas son oportunidades!