En esta clase aprendí que la inteligencia emocional no se trata de controlar o evitar emociones, sino de reconocerlas, entender cómo afectan nuestro cuerpo y nuestras acciones, y desarrollar el autoconocimiento para tener mayor seguridad y confianza en uno mismo. También vimos la importancia de la asertividad, que implica expresar nuestras ideas de forma clara y respetuosa, a diferencia de los comportamientos pasivos o agresivos. Además, entendí que una buena relación interpersonal se basa en la comunicación asertiva, la empatía y la capacidad de considerar otros puntos de vista, incluso si no estamos de acuerdo.