En el ámbito del trabajo, hay dos tipos principales de impulsos que nos mueven: la motivación interna y la externa. La motivación interna nace de lo que nos gusta, nos apasiona y de nuestras ganas de mejorar como personas. La motivación externa viene de afuera, como premios, reconocimientos o exigencias del entorno. Si quieren saber más sobre cómo estos dos tipos de motivación influyen en el trabajo, les comparto un artículo con una explicación detallada de sus diferencias.