En esta clase entendí que la felicidad no es algo que llega solo cuando cumplimos metas, sino que se construye en el día a día. A través de la historia de Lucas, vi cómo muchas veces dejamos nuestra felicidad "para después", y eso solo genera frustración.
Aprendí que ser feliz tiene más que ver con disfrutar el presente, valorar lo que ya logré y compararme conmigo mismo, no con los demás. También es clave rodearme de cosas positivas, dedicar tiempo a lo que me gusta, cuidar mi cuerpo, practicar la gratitud y compartir con otros desde la bondad.
La felicidad no está al final del camino, sino en cómo vivimos cada paso. Por eso, es importante frenar, mirar alrededor y disfrutar más el ahora.