¿Estudiar con IA lo es todo?
Como millennial, crecí en la transición entre apuntes escritos a mano y un mundo digital que nos lo da todo en segundos. Y hoy, con la IA, la tentación de delegar casi todo es enorme.
La IA es una herramienta increíble: explica, corrige y motiva. Pero también puede volvernos dependientes, hacernos perder criterio propio y alejarnos de lo humano: el debate, la práctica y el aprendizaje compartido.
Quizás el verdadero reto de nuestra generación (y de quienes vienen detrás) no es usar la IA, sino aprender a no abusar de ella.
El equilibrio está en combinar:
IA para resolver dudas y acelerar el aprendizaje.
Métodos clásicos para pensar, escribir, discutir y conectar.
Porque al final, estudiar no es solo acumular respuestas rápidas, sino formar la mente y las relaciones que nos acompañan toda la vida. #IAenAlura.