La habilidad de redactar, hoy en día, está siendo "delegada" a la IA. Hace cinco años atrás, y aún más, los redactores eran necesarios para crear anuncios, artículos de blog en un tema específico, escribir un libro. Ahora, casi cualquier persona puede hacer lo mismo sin tener conocimientos previos o experiencia en el tema gracias a la IA. Esto plantea también un debate, no solo sobre cómo debemos actualizar nuestros conocimientos y adaptarnos a los cambios, sino en cómo usar los adelantos tecnológicos de manera ética.
Por ejemplo, la IA puede realizar la tarea de un estudiante de colegio al que se le ha pedido investigar sobre un tema, en cuestión de segundos la inteligencia artificial le tendrá lista la tarea, pero ¿Dónde queda el esfuerzo, el desarrollo de capacidades investigativas, de comprensión de lectura, de síntesis, y demás? ¿Dónde queda la ética? La comodidad que nos proporciona un avance tecnológico ¿no es demasiada al punto de llegar a no hacer nada?
Es importante adaptarse a los cambios y aprender a utilizar nueva tecnología y nuevas formas de hacer las cosas, pero también es importante hacerlo en su justa medida sin que vaya en detrimento de nuestra humanidad y nuestro desarrollo.
