El término "mindset" se refiere a la forma en que una persona piensa y percibe el mundo que lo rodea. Hay dos tipos principales de mindset que se han identificado: el mindset fijo y el mindset de crecimiento. El mindset fijo se caracteriza por la creencia de que las habilidades y la inteligencia son innatas y no pueden ser cambiadas o desarrolladas. Las personas con este tipo de mindset tienden a evitar los desafíos y fracasos, y a buscar la validación a través de resultados positivos en lugar de aprender de sus errores. Por otro lado, el mindset de crecimiento se basa en la creencia de que las habilidades y la inteligencia pueden ser desarrolladas a través del esfuerzo, la práctica y la persistencia. Las personas con este tipo de mindset tienden a abrazar los desafíos y ven los fracasos como oportunidades para aprender y crecer. Es importante tener en cuenta que nadie tiene un mindset completamente fijo o de crecimiento en todos los aspectos de la vida. En algunos casos, una persona puede tener un mindset fijo en una área específica y un mindset de crecimiento en otra. Sin embargo, la adopción de un mindset de crecimiento puede ser beneficioso en muchas áreas de la vida, ya que fomenta la resiliencia, el aprendizaje continuo y la mejora constante.
