Agarrar el celular constantemente, sobre todo para revisar redes sociales o chats.
Plan de acción: Colocar el celular en modo avión o dejarlo en otro ambiente mientras estudio, para evitar la tentación y mantener el enfoque.
Pensamientos inseguros, como creer que no sé lo suficiente o que no estoy preparada.
Plan de acción: Tomarme un momento para respirar profundo, recordar mis avances y motivarme con afirmaciones positivas que me ayuden a confiar en mi proceso.
Las dos barreras que más me incomodan son:
La saturación emocional por exigencias internas no resueltas: ocurre cuando siento que no avanzo al ritmo que debería, o cuando me juzgo por no cumplir mis propias expectativas. Esto se presenta especialmente al final del día o durante momentos de descanso, cuando afloran pensamientos de autoevaluación y aparece la sensación de culpa o insuficiencia.
El ruido mental generado por asuntos personales sin cerrar: ocurre cuando intento concentrarme, pero mi mente se dispersa hacia problemas familiares, decisiones pendientes o vínculos sin reciprocidad. Esto aparece con más fuerza al inicio de las jornadas de estudio o trabajo, bloqueando el arranque y drenando mi energía mental desde temprano.