Hace unos años, me asignaron un proyecto en el que tenía que programar un PLC (Controlador Lógico Programable) para automatizar un proceso en mi universidad. Nunca antes había trabajado con PLCs, así que me sentí un poco abrumado al principio. Sabía que tendría que aprender desde cero todo lo relacionado con la programación de PLCs, desde los conceptos básicos hasta las técnicas más avanzadas. Me puse manos a la obra y comencé a investigar, a leer manuales y tutoriales en línea. Al principio, me costaba entender la lógica de programación y la forma en que los PLCs procesan la información.
Recuerdo que en las primeras semanas me sentía frustrado, pues no lograba hacer que el PLC funcionara como yo quería. Pasaba horas frente a la pantalla, tratando de depurar el código y encontrar los errores. Llegué a pensar que no iba a ser capaz de dominar esta tecnología. Sin embargo, decidí no rendirme. Empecé a buscar más ayuda, a preguntar a mis colegas con más experiencia y a participar en foros especializados. Poco a poco, fui entendiendo mejor la lógica de programación de los PLCs y aprendiendo trucos y técnicas que me facilitaban el trabajo.
Recuerdo que cuando logré hacer que el PLC controlara el proceso de la manera deseada, fue una sensación increíble. Me sentí muy orgulloso de mí mismo y de haber superado ese reto. Ahora, me considero un experto en programación de PLCs y disfruto mucho de este tipo de proyectos. La clave fue no rendirme, mantener una actitud positiva y estar dispuesto a aprender constantemente. Sé que en el futuro me enfrentaré a nuevos desafíos, pero ahora me siento más preparado para afrontarlos.
3 actitudes diferentes que puedes tener en la próxima vez para no cometer los mismos errores y pasar rápidamente a la zona de Aprendizaje.
Flexibilidad mental: En lugar de sentirme abrumado por la complejidad del proyecto, puedo ser más flexible y abierta a nuevas ideas y enfoques. Esto me permitirá encontrar soluciones creativas y superar las dificultades que me surjan.
Auto-compasión: En lugar de culparme por no saber cómo abordar las dificultades, puedo ser más compasiva conmigo misma y reconocer que es normal sentirse abrumado. Esto me permitirá mantener una actitud positiva y no dejarme llevar por la ansiedad y la frustración.
Aprendizaje activo: En lugar de sentirme atrapado en la zona de estrés, puedo ser más activo en mi aprendizaje y buscar ayuda cuando la necesite. Esto me permitirá encontrar recursos y apoyo para superar las dificultades y avanzar en el proyecto.
