Piensa en una situación de aprendizaje que hayas vivido y que tuviste dificultad en salir de la zona de estrés. ¿Cómo fue esa situación? ¿Qué te dejó atrapado en la zona de estrés?
En una experiencia pasada, enfrenté un ascenso laboral que vino acompañado de una carga de trabajo abrumadora, generando un nivel de estrés que finalmente me llevó a tomar la decisión de renunciar. La presión era tan intensa que me vi atrapado en una zona de estrés constante.
Al reflexionar sobre esta situación, identifiqué tres actitudes clave que podría adoptar en el futuro para evitar situaciones similares y facilitar una transición más fluida hacia la zona de aprendizaje:
Autocapacitación constante:
Reconozco la importancia de mantenerme actualizado y mejorar mis habilidades de manera continua. La próxima vez, buscaré oportunidades de formación y desarrollo para estar mejor preparado para los desafíos inherentes a mi puesto. Determinación y establecimiento de límites:
Aprenderé a establecer límites claros y a decir no cuando sea necesario. La determinación para equilibrar mi carga de trabajo y gestionar eficientemente mis responsabilidades será esencial para evitar sentirme abrumado. Gestión efectiva de emociones:
Trabajaré en el manejo de mis emociones frente a situaciones de alta presión. Desarrollaré estrategias para mantener la calma, tomar decisiones ponderadas y encontrar soluciones prácticas en lugar de ceder ante el estrés. En futuras situaciones, reconoceré la influencia de las personas que comparten su conocimiento y me aseguraré de buscar activamente oportunidades para aprender de ellos. Al adoptar estas actitudes, espero crear un entorno más propicio para el crecimiento y evitar sentirme atrapado en la zona de estrés
