Es vital el hecho que, podamos definir una meta, en un tiempo particular porque eso nos permite tener claridad y enfoque, porque al tener una meta específica y con un límite temporal, sabes exactamente lo que necesitas lograr y el plazo en el que debes hacerlo. Esto ayuda a evitar la dispersión y a mantenerte enfocado en lo que realmente importa. Promueve así mismo el mantener un objetivo o una motivación con un plazo determinado o establecido, para así el poder trabajar en su cumplimiento. Además, el progreso medible me permite tener la sensación de logro, lo que refuerza mi motivación para seguir avanzando.
Cada cierto tiempo es esencial que yo pueda medir o evaluar el progresos que estoy teniendo, de cómo voy respecto a mi objetivo, y así poder identificar si estoy por buen camino, si necesito ajustar mi enfoque o requiero más esfuerzo o más tiempo para alcanzar la meta. Tener una meta con un tiempo determinado, también me facilita la toma de decisiones, porque me permite priorizar actividades y rediseñar mis estrategias y recursos de manera más eficiente, siempre alineados con la fecha límite.
Considero además que una meta bien definida y medible tiene más probabilidades de alcanzarse porque se establece un criterio claro, para saber cuándo se ha alcanzado el éxito. Esto también permite la celebración de logros como explicaban en la charla pasada cuando se cumpla la meta.
