La creación de un hábito no está determinada por un número exacto de días, ya que varía según cada persona y la complejidad del hábito en cuestión. Si bien se ha popularizado la idea de que tomará alrededor de 21 o 30 días establecer un hábito, la realidad es que puede tomar mucho más tiempo. Estudios han demostrado que la formación de hábitos puede llevar desde varias semanas hasta varios meses, dependiendo de factores como la consistencia, la motivación y la dificultad del hábito. Desde mi propia experiencia, he encontrado que la clave está en la constancia y en la repetición continua de las acciones asociadas al hábito deseado. Celebrar los pequeños progresos y mantener la persistencia incluso en momentos de retroceso son fundamentales para solidificar un hábito en el tiempo. Es un proceso gradual y personal que requiere paciencia y compromiso, pero que puede llevar a resultados significativos y duraderos en el aprendizaje de habilidades como la programación.
