El aprendizaje como un viaje desde la "zona de confort", donde dominamos conocimientos existentes, hacia la "zona de aprendizaje", un ámbito inexplorado.
Esta transición implica enfrentar desafíos y superar la frustración (zona de estrés) y la desmotivación (zona de ansiedad) para alcanzar un estado de satisfacción y dominio (zona de flujo).
Para facilitar este proceso, es crucial definir objetivos claros, entender el propio estilo de aprendizaje y buscar el apoyo de mentores y compañeros.
En síntesis, el aprendizaje efectivo demanda salir de la familiaridad, aceptar la dificultad y la incertidumbre, y apoyarse en una estrategia y red de apoyo.