La zona de confort está para darme una estabilidad y seguridad, pero esto puede ser un arma de doble filo, ya que por no querer dejar lo que conozco, lo que me mantiene seguro, se vuelve más complejo aprender y salir adelante. Por eso es bueno dejar la zona de confort y aprender nuevas formas de como enfrentar el estrés que surge ante el cambio; de por sí, la vida es algo que cambia constantemente.