Salir de la zona de confort es un desafío que muchos enfrentan, especialmente cuando se tienen responsabilidades familiares y un empleo estable. La zona de confort es un estado mental donde nos sentimos seguros y cómodos, pero puede limitar nuestro crecimiento personal y profesional.
Para facilitar el cambio, es útil comenzar con pequeños pasos, lo que puede hacer que la transición sea menos abrumadora. Invertir en educación o formación en áreas de interés puede proporcionar la confianza necesaria. Contar con el apoyo de amigos, familiares o mentores también puede facilitar este proceso.