Algo que me quedó claro en esta clase es lo importante que es conocer mis propios valores. Muchas veces no entendemos por qué nos sentimos incómodos, desmotivados o fuera de lugar, y la razón puede ser justamente esa: no saber cuáles son nuestros valores o estar en un entorno que no los comparte.
Si estoy en un trabajo, en un grupo o rodeado de personas cuyos valores son muy distintos a los míos, es normal que no me sienta bien. Por eso, además de tener claro mi propósito, también necesito saber cuáles son mis valores y ver si el ambiente en el que estoy los respeta o los refleja. Cuando hay coherencia entre lo que creo y lo que me rodea, es mucho más fácil sentirme motivado y en paz.
