Identificar nuestro verdadero Ikigai es fundamental para darle propósito a nuestra vida y nuestras decisiones de aprendizaje. Al entender por qué y qué queremos aprender, podemos alinearnos con nuestras pasiones, habilidades, las necesidades del mundo y lo que puede ser económicamente viable para nosotros. Este autoconocimiento no solo nos permite reconocer nuestras debilidades y áreas de desarrollo, sino que también nos motiva a aprender por razones más profundas, como una misión de vida, curiosidad o pasión. La historia de Alice, quien encontró su Ikigai en usar la tecnología para fortalecer las relaciones humanas, ejemplifica cómo combinar intereses y habilidades puede resultar en un propósito significativo. Reflexionar sobre nuestro Ikigai nos guía en la elección de qué aprender el próximo año, asegurando que nuestras acciones estén en sintonía con nuestros valores y metas personales.