Estudios: Específico: Define claramente qué quieres lograr en tus estudios. Por ejemplo, “Aprobar mi examen final de matemáticas”. Medible: Establece un criterio cuantitativo para medir tu progreso. Por ejemplo, “Obtener al menos un 8 en el examen”. Alcanzable: Considera tus recursos y habilidades. ¿Es posible aprobar el examen con el tiempo y esfuerzo que tienes disponible? Relevante: Asegúrate de que este objetivo sea relevante para tus metas académicas generales. Temporal: Establece una fecha límite, como “Antes del final del semestre”. Deporte (natación): Específico: Define tu objetivo de natación con detalles. Por ejemplo, “Mejorar mi tiempo en 100 metros estilo libre”. Medible: Establece un tiempo objetivo específico, como “Nadar los 100 metros en menos de 1 minuto”. Alcanzable: Evalúa si puedes lograrlo con tu nivel actual de entrenamiento y habilidades. Relevante: Asegúrate de que este objetivo esté alineado con tus metas deportivas generales. Temporal: Establece una fecha límite, como “Antes de la próxima competencia”. Tiempo: Específico: Define qué quieres lograr con respecto al tiempo. Por ejemplo, “Administrar mejor mi tiempo”. Medible: Establece criterios para medir tu éxito, como “Reducir el tiempo perdido en distracciones”. Alcanzable: Evalúa si puedes implementar estrategias realistas para administrar tu tiempo de manera más efectiva. Relevante: Asegúrate de que este objetivo sea relevante para tus responsabilidades y metas personales. Temporal: Establece un plazo, como “En las próximas 4 semanas”.