El pensamiento puede ser controlado y dirigido. Y su poder es tal, que permite alcanzar cualquier objetivo que te propongas. Donde pones tu enfoque, estás depositando tu energía y con ello estás creando realidad.
En aprender a controlar y dirigir ese foco, en saber dónde y cómo enfocar el pensamiento, está la clave para alcanzar cualquier sueño u objetivo.