Cuando sabemos qué es lo que queremos hacer, qué es lo que realmente nos gusta hacer, qué queremos hacer, los riesgos, los obstáculos, los desafíos se vuelven pequeños porque las ganas que tenemos de alcanzar nuestros objetivos son más grandes. Tener nuestro propósito en mente cada vez que vamos a hacer algo es lo que hace nuestro trabajo consciente. ¿Por qué? Porque ya no estamos trabajando solo haciendo algo por hacer, hacerlo por hacer sin propósito. Lucas ya no llega al trabajo solo haciendo lo que ya hacía antes porque tenía que hacerlo, sino que ya está trabajando con su propósito, está trabajando en algo consciente, ya tiene conciencia de que necesita poner su propósito en su trabajo y ya está haciendo los cambios necesarios para eso.
Al momento que trabajamos con el propósito, practicamos el propósito, es de ahí que viene la motivación que necesitamos y además de eso es de ahí que podemos encontrar y buscar la felicidad en nuestro día a día laboral, en nuestra vida personal también.
