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Tiempo y disciplina

En muchas situaciones hay presiones para hacer las cosas de forma rápida, lo que provoca dejar de lado actividades que pueden generar un mejor resultado o se aplazan metas; según lo permita la situación, es mejor pensar a largo plazo, generar hábitos que nos lleven a lograr lo que queremos y trabajar en la disciplina.

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Hola Estudiante,

Entiendo que te preocupa la presión de hacer las cosas rápidamente y cómo eso puede afectar tu capacidad para establecer metas a largo plazo y desarrollar hábitos disciplinados. Es cierto que a menudo nos sentimos presionados por el tiempo y tendemos a dejar de lado actividades que podrían generar mejores resultados.

En el contexto que compartiste, se menciona la importancia de la disciplina y la constancia para lograr nuestros objetivos. Se presenta el ejemplo de Alice, quien inicialmente se propuso estudiar un nuevo idioma todos los días de la semana, pero luego se desanimó y renunció cuando no pudo cumplir con su plan. Por otro lado, se menciona el ejemplo de Fabiana, quien estableció un horario de estudio más realista y constante, lo que le permitió acumular horas de aprendizaje a lo largo del tiempo.

La clave aquí es tener una dirección clara y establecer metas alcanzables. No se trata de la velocidad con la que hagas las cosas, sino de la consistencia y la disciplina en seguir adelante. Como se menciona en el ejemplo de leer un libro, si dedicas solo 20 minutos al día, al final del año habrás leído 12 libros completos. Es un resultado impresionante, ¿verdad?

Es importante recordar que la creación de un nuevo hábito no sucede de la noche a la mañana. Según un estudio realizado por Felipe Allali, en promedio, las personas tardan alrededor de 66 días en consolidar y crear un nuevo hábito. La disciplina y la constancia son fundamentales durante este proceso.

Para establecer un nuevo hábito, necesitas tener la predisposición y el estado de ánimo adecuados, establecer una rutina y recompensarte a ti mismo/a para mantener la motivación. También es importante recordar tu objetivo y tu propósito para evitar rendirte cuando te sientas cansado/a o desmotivado/a.

Recuerda que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje y estilo individual. Identifica cuál es tu estilo de aprendizaje y cómo puedes aprovecharlo al máximo. Además, no tengas miedo de salir de tu zona de confort, ya que es en ese espacio donde realmente puedes crecer y aprender.

Espero que esta información te sea útil y te ayude a desarrollar la disciplina necesaria para alcanzar tus metas a largo plazo. Recuerda que el proceso lleva tiempo y esfuerzo, pero los resultados valdrán la pena.

¡Espero haber sido de ayuda y te deseo mucho éxito en tu viaje de aprendizaje!