Sencillamente es el tiempo que cada persona requiere de acuerdo con su motivación para cumplir las metas y el objetivo que haya propuesto con su hábito y no siempre el número mágico de 21 días o 66 días satisface la formación o cambio de hábitos, ese tiempo como la vida misma es propio y único para cada persona, solo que algunas personas pueden usar el mismo tiempo para formar el hábito sin significar que son personas iguales.