Desde mi experiencia, este pensamiento es bastante útil. El año pasado comencé a cambiar mis hábitos alimenticios y hacer algo de ejercicio. Al principio era difícil, porque tenía años comiendo mal y sin casi no me movía. Los beneficios fueron muchos. Pero, hablando del tema de los hábitos, aunque en un principio fue difícil, me di cuenta de que con el tiempo me costaba menos. Así fue hasta que, luego de unos meses, cuando la motivación había desaparecido, la disciplina era lo único que me mantenía ahí. Desde un punto de vista mental, era como una marca que tenía que poner en mi lista de cosas por hacer. Creo que la disciplina juega un papel fundamental en este tipo de carreras, que no son sprints de velocidad, sino carreras de fondo, largas y desgastantes. La constancia y dedicación lo son todo, y también, el conseguir una rutina que sea sostenible. Cada proceso es individual y realista, adaptado a cada persona.