Con base en la investigación llevada a cabo por el centro de Investigación del comportamiento de Salud, puedo concluir que en promedio se necesitan 66 días para formar un hábito. Esta investigación sugiere que repetir un comportamiento en la misma situación es importante para establecer un patrón de comportamiento automático. Además, se destaca que controlar el entorno para evitar el "detonador" que desencadena el hábito es una forma efectiva de romper hábitos no saludables.
También es importante destacar que la ambivalencia hacia la ruptura de un hábito puede afectar negativamente el proceso, por lo que es necesario tener un compromiso claro para hacer cambios en los hábitos. No se encontraron diferencias significativas en la forma en que los hombres y las mujeres o los jóvenes y los adultos mayores adquieren o cambian los hábitos.
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para quienes buscan establecer hábitos saludables o romper hábitos no saludables. La perseverancia es fundamental en la creación de nuevos hábitos y es necesario ser consistentes en la repetición del comportamiento en la misma situación para establecer un patrón de comportamiento automático. La investigación también sugiere que evitar el "detonador" que desencadena hábitos no saludables puede ser una forma efectiva de romperlos. En general, la formación y el cambio de hábitos requieren tiempo, esfuerzo y compromiso.