La teoría de los 66 días se refiere a la idea de que se necesitan aproximadamente 66 días de repetición consistente de una actividad para que esta se convierta en un hábito arraigado en la persona. Esta teoría se basa en un estudio de 2009 que encontró que el tiempo que tomaba establecer un hábito variaba desde 18 hasta 254 días, con un promedio de 66 días.