La Teoría de Flujo de Mihaly Csikszentmihalyi describe un estado mental donde las personas están completamente inmersas y concentradas en una actividad, logrando un rendimiento óptimo y una sensación de felicidad. Este estado se alcanza cuando hay un equilibrio entre el nivel de desafío y las habilidades. Los tres factores clave para alcanzar el flujo son: tener objetivos claros, un equilibrio entre desafíos y habilidades, y recibir retroalimentación constante. La teoría puede mejorar la efectividad y la satisfacción en el entorno laboral.