Exploré los seis niveles de la Taxonomía de Bloom y los relacioné con estrategias de estudio. Para memorizar, usaré tarjetas y repetición espaciada; para comprender, haré resúmenes y mapas mentales; para aplicar, resolveré ejercicios prácticos; para analizar, usaré estudios de caso y comparaciones; para evaluar, me haré preguntas críticas; y para crear, elaboraré proyectos o explicaciones propias.
Con base en eso, armé un cronograma semanal donde cada día trabajo un nivel distinto, priorizando la comprensión y la aplicación, que son áreas que quiero fortalecer.