En mi caso siempre he recurrido a la técnica pomodoro en trabajos o estudios que no me agradan o me aburren, es una forma en la que puedo ayudarme a concentrarme y así terminar mis labores, sin embargo; y como mencionan en el curso, esta técnica no es forzosamente la única. Cuando estoy en actividades que me gustan, son interesantes y algo retadoras, no pienso en el tiempo que le invierto, simplemente entro en un estado de concentración que me permite fluir. Sé que en el mundo laboral no siempre vamos a poder elegir qué actividades, realizar, pero si podemos hacerlas interesantes, poniéndonos pequeños retos dentro de las mismas, claro que no afecten la calidad de nuestro trabajo, pero que si nos ayuden a interesaros en las mismas. Y, por supuesto, las recompensas al final de la semana laboral siempre ayudan.