Ser protagonista de nuestra vida significa tomar las riendas de nuestro destino y asumir la responsabilidad de nuestro propio bienestar y felicidad.
Implica ser conscientes de nuestros deseos, valores y objetivos, y tomar decisiones proactivas para alcanzarlos.
No se trata de controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, sino de responder a los eventos de la vida de manera que nos acerque a lo que queremos lograr.