En la búsqueda de mi Ikigai, he reflexionado profundamente sobre lo que realmente valoro y en lo que destaco, así como en cómo puedo contribuir de manera significativa al mundo. Aquí está cómo veo la intersección de estos aspectos fundamentales en mi vida:
Lo que amo es la base de mi pasión: me encanta crear cosas nuevas y mejorar sistemas existentes. Me siento naturalmente atraído por el reto de resolver problemas complejos, encontrando soluciones innovadoras que mejoren la eficiencia y la efectividad.
Lo que hago bien refleja mis habilidades y talentos. Aunque inicialmente pensé que aún no había encontrado algo en lo que realmente destacara, he reconocido mi habilidad para enseñar y comunicar efectivamente. He descubierto que puedo explicar conceptos complicados de manera sencilla y motivar a mis alumnos, lo que me permite conectar con ellos y fomentar un ambiente de aprendizaje positivo.
Lo que me pueden pagar por hacer me ha llevado a considerar cómo puedo aplicar mis pasiones y habilidades de manera práctica. He identificado oportunidades en mejorar procesos, la consultoría educativa o en gestión del cambio, y en el desarrollo de contenido educativo. Estas áreas no solo valoran mi capacidad para innovar y enseñar, sino que también ofrecen el potencial para un impacto económico y profesional.
Lo que el mundo necesita ha sido crucial para dar dirección a mi propósito. Reconozco la necesidad global de educación accesible y de calidad, soluciones sostenibles e innovación tecnológica con conciencia social. Estos desafíos resuenan con mis intereses y habilidades, guiándome hacia áreas donde puedo hacer la diferencia.
Mi Ikigai, por lo tanto, parece yacer en la intersección de estas reflexiones. Me veo a mí mismo liderando y participando en iniciativas que buscan desarrollar e implementar soluciones educativas innovadoras y sostenibles. Estas soluciones no solo mejorarían la accesibilidad y calidad de la educación sino que también promoverían la conciencia social y ambiental. Imagino diseñando programas educativos que integran tecnologías emergentes, asesorando a instituciones sobre cambios efectivos y creando materiales que equipen a los estudiantes para enfrentar desafíos contemporáneos con creatividad y pensamiento crítico.
En última instancia, mi Ikigai reside en utilizar mi amor por la creación y la mejora, junto con mi habilidad para enseñar y comunicar, en maneras que no solo sean viables económicamente sino que también satisfagan las necesidades urgentes del mundo. Mi propósito es ser un catalizador para un futuro donde la educación empodera a las personas para prosperar y contribuir positivamente a nuestra sociedad.