Cuando la clave en el servidor cambia, el servidor también emite un nuevo certificado digital que contiene la nueva clave pública. El navegador, al conectarse al servidor, recibe este nuevo certificado y verifica su validez. Si el certificado es válido, el navegador utilizará la nueva clave pública para cifrar los datos de manera segura. Este proceso se basa en el protocolo TLS (Transport Layer Security) o su predecesor, SSL (Secure Sockets Layer), que permite la negociación segura de claves y la comunicación cifrada entre el cliente y el servidor.
En resumen, cuando la clave en el servidor cambia, el navegador detecta esto al recibir el nuevo certificado digital y utiliza la nueva clave pública para establecer una conexión segura y cifrar los datos de manera adecuada. Esto garantiza que la comunicación entre el cliente y el servidor permanezca segura incluso si las claves se cambian periódicamente por razones de seguridad.
