Las habilidades que consideraba esenciales hace cinco años, como el dominio de herramientas de ofimática (a menudo asociadas con marcas como Microsoft Office), conocimientos básicos de computación, y la fluidez en inglés, siguen siendo fundamentales en el ámbito profesional y personal. Sin embargo, es importante reconocer cómo estas habilidades han evolucionado y se han expandido en el contexto actual.