Sin duda, una de las razones por la cual fallamos en la disciplina es porque muchas veces el aburrimiento que causa el realizar una actividad nos hace olvidar por un momento cuál es el objetivo por el que decidimos hacer algo.
Otras veces, el saber que nos falta aún un largo recorrido para terminar un proyecto nos hace desistir de él.
Es por eso que, para mantenernos disciplinados, hay que establecer:
1. Metas claras pero sobre todo alcanzables
2. Crear un plan y seguirlo conforme a una rutina
3. Eliminar distracciones
4. Buscar apoyo cuando no sepamos cómo avanzar
5. Recordar siempre nuestra motivación