Me costaba mucho iniciar un proceso de aprendizaje, como aprender un nuevo idioma o tener hábitos de lectura con el fin de actualizarme; esto debido a la falta de organización y compromiso que tenía con mis propósitos tanto en la parte profesional como en la parte personal. En este momento me encuentro llevando a cabo varios puntos importantes que me han ayudado a pasar de la zona de confort a la zona de aprendizaje:
Para pasar a la zona de aprendizaje tuve en cuenta lo siguiente:
Identificar aquello que se me dificulta aprender y deseo aprender: Dado que la pasión va muy de la mano con el compromiso, decidí enfocarme en aquello que me despertaba pasión y que a la ves se me dificultaba aprender, cuando un nuevo proyecto de aprendizaje es un reto y te apasiona nos permite desarrollar el interés, la curiosidad y así mismo adquirir un compromiso
Desarrollar un planificador de actividades: Delimitar los días y tiempo que dedicaría a diferentes actividades permite que se lleve orden y control sobre las actividades que se están realizando. Además me ayudo a mejorar mi ejecución de las actividades y plantear nuevos métodos
Consignar en una agenda mis actividades diarias: Consignar mis actividades y logros diarios me ayudo a visualizar mi progreso y afianzar mi motivación.
Revisar tu progreso: Esto me permite visualizar mi avance, ponerme nuevos retos con el fin de incentivar mi interés y compromiso
Trabajar en la motivación: Recordar mi propósito me permite entender como me quiero ver a corto plazo y las cosas que deseo mejorar tanto en el área personal como profesional