Cuando comencé a trabajar en un área que desconocia, enfrenté mucho estrés. No conocer la modalidad de trabajo, no saber usar las herramientas que utilizaban, y la presión diaria del cargo por cumplir los objetivos me mantenían en estres. En varias ocasiones pensé en abandonar, pero me mantuve en el cargo. Con el tiempo, aprendí a mantener la calma, a solucionar problemas paso a paso, y a priorizar las actividades, lo que me ayudó a reducir la ansiedad y a adaptarme a la situaciones que se iban presentando.
Tres actitudes para la próxima vez:
- Tranquilidad: Mantener la calma frente a lo desconocido.
- Confianza: Creer en mi capacidad para aprender.
- Organización: Establecer un plan, priorizando las tareas.