Antes de estudiar programación, trabajaba como cocinero y además tomaba un curso los miércoles y viernes. Un viernes tuvimos un evento muy importante en el trabajo, justo a la misma hora de mi clase. Quería cumplir con ambas responsabilidades, pero me sentía estresado, presionado y culpable por tener que faltar a la clase. No sabía cómo organizarme ni cómo priorizar sin sentir que estaba fallando en algo. Esa sensación me dejó atrapado en la zona de estrés, sin poder concentrarme ni aprender bien.
Lo que me dejó atrapado fue:
Querer cumplir con todo sin aceptar mis límites.
No comunicar mi situación a tiempo con mis profesores o jefes.
Sentir que pedir apoyo era una señal de debilidad.
3 actitudes que puedo tener la próxima vez para pasar a la zona de aprendizaje:
Comunicarme con anticipación. Avisar a tiempo cuando tengo un conflicto para buscar soluciones en conjunto, sin esperar a estar al límite.
Aceptar que no puedo con todo al mismo tiempo. Reconocer que está bien priorizar y que perder una clase o pedir ayuda no me hace menos capaz.
Organizarme con un plan claro. Tener un calendario y prepararme con antelación cuando sé que viene una semana difícil, para no dejar todo para el último momento.