En la actualidad, las organizaciones buscan implementar soluciones óptimas a sus desafíos, tanto internos como externos. Adoptar un enfoque Agil en la gestión de proyectos puede contribuir a proporcionar soluciones eficientes y efectivas en un entorno altamente cambiante. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son atributos clave de la metodología Agil, lo que permite a las empresas responder con rapidez a los cambios y mantenerse al tanto de las tendencias y exigencias del mercado.