el proceso del aprendizaje continuo y los desafíos inherentes como la procrastinación. Destaca cómo nuestro cerebro tiende a buscar comodidad y resistirse al cambio, lo que lleva a postergar tareas importantes. Sin embargo, enfatiza la importancia de establecer metas claras y realizar un proceso de aprendizaje estructurado y personalizado. Propone estrategias como la disciplina, la organización del tiempo y la eliminación de distracciones para fomentar una rutina efectiva de aprendizaje. Además, subraya la necesidad de adoptar una mentalidad de crecimiento para superar los obstáculos y alcanzar los objetivos de aprendizaje con éxito.