La retroalimentación o feedback con el cliente es una herramientas muy buena de Ágil . Esta permite identificar problemas o cambios que puedan llegar a surgir durante el desarrollo de una aplicación. En el caso de la metodología Waterfall, los problemas se verán al final del proceso, lo que implica mayores gastos, tiempo y posiblemente reestructurar toda la aplicación debido a esto.