Los hábitos son capaces de desencadenar una serie de reacciones que influyen en cómo las personas organizan sus vidas. Para mejorar los hábitos, es importante evaluar qué acciones nos llevan a los malos hábitos y establecer hábitos más efectivos para reemplazarlos. No se recomienda establecer expectativas demasiado altas desde el principio y es necesario revisar el progreso regularmente. A lo largo del camino, pueden haber estancamientos o retrocesos, pero siempre se puede comenzar de nuevo y ajustar los hábitos según sea necesario para mejorar la productividad y la atención.