Por mi parte, mucho tiempo estuve muy enfocados en las metas a largo plazo. Lo que me llevo a no poder vivir un presente más tranquilo; me ponia muchas tareas diarias, semanales y mensuales, que a la larga no me llevaban a buen puerto. Por lo que tuve que cambiar mi enfoque y cambiar las muchas tareas, por pocas pero de calidad; esto me ayudo a llegar a fin de año un poco más relajado, sabiendo que lo que estoy trabajando hoy, me va a llevar a mi meta final.