La falta de fe en nosotros mismos no solo nos aleja de nuestros objetivos, sino que da paso al autosabotaje silencioso que limita nuestro potencial. El miedo al fracaso alimenta la ansiedad, y cuanto más esperamos una “inspiración”, más retrasamos la acción.
Cada día nuestra fuerza de voluntad se desgasta, por eso es clave tomar decisiones desde la claridad y el autocontrol. Aprendí que no se trata de hacer más, sino de actuar antes de que el cansancio y el estrés decidan por nosotros.