Mis recompensa depende de la tarea que debo cumplir. Por ejemplo, si hice ejercicio toda la semana, me compro un helado que me guste. Otro ejemplo sería que si estudié mis dos horas diarias, el domingo me permito desconectarme totalmente de los deberes.
¡Hola Montserrat!
Es genial que tengas un sistema de recompensas para motivarte a cumplir tus metas. Recompensarse a uno mismo es una excelente manera de mantenerse motivada y enfocada en el logro de tus objetivos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las recompensas deben ser adecuadas y no interferir con el éxito de tus metas. Por ejemplo, si tu objetivo es perder peso, una recompensa de un helado puede no ser la mejor opción.
Te sugiero que sigas adelante con tu sistema de recompensas, pero asegúrate de que las recompensas sean apropiadas y no te alejen de tus metas.
¡Buenos estudios y saludos!