He comprobado que dormir menos de 6 horas reduce notablemente las ganas de realizar actividades que demandan gran potencial energético cerebral. Sobre todo si se trata de implementar una nueva solución, o si se trata de aprender nuevos conceptos matemáticos. Para otras tareas de menor demanda lo puedes realizar hasta con 4 horas de sueño. Alimentarse bien es vital sobre todo durante jornadas de intensidad laboral, la falta de alimentos aumenta el cortisol y te impide pensar con claridad, unas papas fritas con una gaseosa lo pueden solucionar, pero generar un mal hábito alimenticio puede traes graves consecuencias en la salud.