Creo que ni siquiera hay que retrotraerse a 5 años, y todos estaremos de acuerdo en que el advenimiento de la inteligencia artificial y el progresivo avance tecnológico han vuelto obsoletas aquellas habilidades que implicaban la realización de tareas repetitivas y de memorización. Razones por las cuales se hace completamente desarrollar habilidades competitivas y que impliquen un factor diferenciador y un valor añadido para las empresas.
En relación al segundo interrogante, como abogado litigante el estudio continuo y la constante actualización hacen parte de mi cotidianidad, y si bien ahora quiero involucrarme mucho más en la tecnología, como litigante he visto una evidente transformación motivada no solo por los avances tecnológicos, sino también por la incidencia de varios factores y coyunturas sociales, como por ejemplo, la pandemia de COVID-19, que obligó a que practicamente todo el poder judicial se trasladara a un formato y entorno virtual, y si bien el proceso ha tenido exito, subsiste una resistencia al cambio enorme que ha planteado una serie de retos que requieren de acompasar las habilidades inherentes de la práctica jurídica con aquellas inherentes a la tecnología y esto es sumamente interesante y apasionante si lo vemos desde el punto de vista del camino de aprendizaje.