Hace cinco años, habilidades como el manejo básico de programas de oficina o la simple capacidad de adaptarse a plataformas digitales eran consideradas esenciales en muchos trabajos. Sin embargo, hoy esas habilidades ya no son diferenciadoras. El mundo ha cambiado rápidamente: la pandemia aceleró la digitalización de casi todos los sectores, y en este último año la inteligencia artificial está transformando aún más la forma en que trabajamos y aprendemos.
Lo que antes se valoraba como fundamental, ahora es básico. En cambio, habilidades como el pensamiento crítico, el análisis de datos, el manejo de herramientas de automatización y, sobre todo, el uso estratégico de la inteligencia artificial, están marcando la pauta. Saber usar IA en tareas cotidianas ya no es exclusivo de grandes empresas o expertos; está al alcance de cualquier persona dispuesta a aprender.
Por eso, creo que el punto de estudio clave hoy es comprender cómo integrar la inteligencia artificial y la automatización en la vida laboral diaria. Más que una moda, es una habilidad transversal que pronto será imprescindible en casi cualquier profesión.