Como diseñador industrial, considero que hace 5 años era fundamental tener habilidades en el diseño de productos con una estética atractiva y funcionalidad simplificada. En aquel momento, los consumidores se centraban en la apariencia de los productos, así como en su capacidad para cumplir con las necesidades básicas.
Sin embargo, en la actualidad, la tecnología ha cambiado significativamente la forma en que los productos se diseñan y se perciben por los consumidores. La tendencia actual es hacia productos conectados, automatizados e inteligentes que ofrecen una experiencia de usuario más completa y personalizada. Esto significa que la habilidad de diseñar productos centrados en el usuario y en la interacción humano-tecnologia es ahora más importante que nunca.