La habilidad de diseñar piezas gráficas minimalista o sin tanto detalle para social media.
A día de hoy está desapareciendo la idea de realizar manualmente tareas específicos. Las automatizaciones con IA permiten que el profesional ahora se enfoque en todo el contexto y no en tareas sencillas. Un ejemplo es el tema que menciono anteriormente, la IA realiza a día de hoy piezas gráficas increíbles que pueden ser perfectamente empleadas por una marca en sus perfiles de social media, ahora el profesional de ésta área ya no tendrá que emplear el recurso tiempo para obtener una pieza gráfica sin tanto detalle que aporte valor a la estrategia de marca que está llevando a cabo.
Esto es por poner un ejemplo vago, pero si lo llevamos a cualquier otra área, la productividad para alcanzar ese objetivo macro está aumentando, pues ya no se pierde tanto tiempo con tareas sencillas, sino que es un flujo de trabajo más ágil. Lo mismo sucede en el área de desarrollo, hace 5 años un programador debía pasar unas buenas horas leyendo documentación oficial al detalle o consultando en foros como Stack Overflow para dar respuesta a su problema, a fecha de hoy, basta con darle contexto a tu IA favorita y te descubre el bug con un simple prompt.
Esto, en lugar de ser algo malo como todos creen, brinda nuevas oportunidades al profesional, para que pueda terminar estas tareas sencillas muy rápidamente y pueda enfocarse a nivel macro en cierta funcionalidad o en el desarrollo total del software que esté construyendo. La IA realmente acelera la productividad del programador y le hace la vida más sencilla, evidentemente el programador siempre es la mente detrás de todo y si no sabe lo que hace o no lo entiende, por muy buena IA que exista, no le aportará valor.
Es una gran oportunidad aprender a desarrollar software actualmente. El desarrollador cuenta con muchos recursos para frustrarse menos y acelerar la construcción de sus programas. Lejos de tener miedo, debemos ver esta nueva etapa de tecnología disruptiva como una gran oportunidad para dejar de prestar tanta atención a tareas simple y sencillas y enfocarnos en lo macro, en lo que realmente importa, construir software como producto final, robusto y escalable, para aportar valor a tu empresa o al mundo.