Mi rol como capturista está cambiando, y eso me ha hecho reflexionar mucho sobre cómo evoluciona el mercado laboral. Hace cinco años, el uso de Excel para capturar datos era una habilidad fundamental en muchos puestos administrativos. Hoy, con el avance de los sistemas automatizados de gestión, como plataformas de ventas, ASPEL o softwares como Business Central, este tipo de tareas ya se está trasladando directamente a los usuarios finales, como las vendedoras, quienes ahora ingresarán las órdenes sin intermediarios.
Este cambio ha tenido un impacto directo en mi puesto: la captura manual de pedidos dejará de existir y, aunque por ahora tendré otras funciones, es claro que debo prepararme para lo que viene.
En este contexto, creo que el aprendizaje continuo y la adaptación a herramientas digitales, sistemas administrativos y análisis de datos debería ser una prioridad de estudio para cualquier persona que trabaje en áreas operativas o administrativas.
Las habilidades que marcan la diferencia ya no son solo las técnicas, sino también la capacidad de aprender rápido, adaptarse y encontrar cómo aportar valor en nuevos procesos.