Recuerdo que hace aproximadamente cinco años era muy común trabajar como cajero y/o empaquetador en los supermercados, un empleo que generalmente ayudaba a los estudiantes a cubrir gastos básicos. Hoy en día, el rol de empaquetador ha desaparecido, ya que los clientes son quienes guardan sus productos en sus propias bolsas. Además, los cajeros están siendo reemplazados en gran medida por máquinas de autoatención, donde los mismos clientes escanean sus productos, pasan sus tarjetas de débito o crédito y realizan el pago de forma autónoma. Otro elemento que tiende a desaparecer es el dinero en efectivo, que está siendo sustituido por tarjetas de crédito o débito, una tendencia que se aceleró durante y después de la pandemia de COVID-19.